Page 58 - Annales EH 1998-2018
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ALAI, América Latina en Movimiento
2011-10-18
Hacia un salto cuántico en las luchas sociales
anti-sistémicas
El eco-humanismo revolucionario del siglo
XXI
Fernando Dorado http://alainet.org/active/50231
El eco-humanismo revolucionario del siglo XXI (por ponerle un nombre) sacó la cara el 15 de octubre de 2011. Es una fecha
histórica. Se expresó en todos los continentes y regiones del mundo. Es muy significativo.
La humanidad ha dado un paso importante. Se ha iniciado una nueva fase en la tarea de construir un mundo vivible y posible. La
revolución global ha empezado a andar.
Es un movimiento espiritual (cultural, político, social, económico, ecológico) de nuevo tipo. Es una nueva espiritualidad porque tiene
los pies en la tierra: apunta a resolver problemas concretos. No piensa en el “más allá”, sabe que el cielo o el infierno, están aquí.
Alguien preguntó en cualquiera de las 900 ciudades donde se movió la gente: “¿Cómo va la concentración?” “¡Muy bien!” contestó la
persona interrogada. Y reiteró: “¡Va muy bien porque YO estoy aquí!”
Este movimiento no contrapone la acción individual a la colectiva. Sin embargo, ha entendido que existen causas estructurales que
determinan la voluntad del individuo. “Nos tienen controlados, programados, alienados… ¡hay que apagar el centro de control!”
Se va entendiendo que el “centro de control” funciona porque nosotros estamos conectados con él, lo alimentamos, lo sostenemos.
Pero también se ha comprendido que no se trata de desconectarnos individualmente o por pequeños grupos, o que elijamos a un
“líder” para que él nos desconecte. Ese método ya se ha intentado y no funciona.
Al plantearse un movimiento que representa al 99% de la humanidad, las cosas cambian. Su principal herramienta política es la
INOCENCIA. No es ingenuidad… ¡es inocencia! Inocencia voluntaria y consciente. Es un arma poderosa y fundamental.
Un ejemplo para España
Pongo un ejemplo de las “tácticas inocentes” que debemos utilizar. Se que va a causar “roncha” entre algunos españoles. Pero, hay
que arriesgarse.
Sabemos que el movimiento de los “indignados” está preparando una serie de propuestas para beneficiar al grueso de la sociedad
española – al 99% de españoles/as – en aspectos políticos, económicos, sociales. Eso está muy bien. Es urgente que esa
propuesta sea elaborada y consensuada.
¿Cómo le llegamos al 99%? Propongo que dicha propuesta debe ser presentada al Rey Juan Carlos de Borbón, quien según la
Constitución española representa la unidad de la Nación. ¿Es una acción inocente? SÍ. ¿Es una acción ingenua? ¡NO!
Es una acción audaz, “política” en el mejor sentido de la palabra, desgastadora, “cañadora” como decimos en Colombia, que coloca
contra la pared a quien se le propone, que lo obliga a “dar cara”, a mostrar su verdadera faz. Es una “trampa”, pero es una trampa
visible, expresa, frentera, sin cartas marcadas porque están a la vista.
Sabemos de antemano que el Rey va a rechazar la propuesta, ya que cualquier propuesta realmente democrática afecta la
naturaleza de la monarquía. Todos sabemos que hoy la monarquía sólo es una herramienta ideológica y política del poder
financiero. Sin embargo, debemos tener la disposición (¿inocente?) de que el Rey la reciba, la asuma, la tolere y hasta la respalde.
Si así lo hace, estaríamos ganados. Nos evitaría mucho trabajo.
Pero lo obvio es estar preparados para que “se haga el bobo”. Lo más seguro es que les traslade la responsabilidad a los partidos
políticos, al Parlamento. Con ellos, con los partidos políticos, debemos actuar de la misma forma. En ambos casos, logramos
nuestro objetivo. ¿Cuál es nuestro objetivo? No aislarnos de las bases de los conservadores, monárquicos, republicanos,
demócratas, socialistas, comunistas, radicales, etc. ¡No aislarnos de nadie!
¿Acaso no queremos el respaldo del 99% de la población? Sí, lo queremos. Por tanto debemos tener la paciencia de intentarlo. Si
nos colocamos esa meta (99%), no nos vamos a cansar fácilmente. Si sólo aspiramos a la mitad más uno (50%) estaremos jugando
con las cartas del poder establecido, de la democracia formal y burguesa, y entonces, les haremos el juego. Empezamos perdiendo.
Nuestro movimiento debe ser tan amplio, tan abierto, verdaderamente incluyente, que sólo quien se identifique con ese 1%, tendrá
motivos para aislarse. Pero siempre tendrá la puerta abierta para volver. ¡Todos son bienvenidos!