« Cada Ser humano
nace de la matriz biológica natural de su especie, a través del encuentro
particular de sus padres.
Pero luego, su
materialidad original puede ser trascendida tanto mejor que su lazo parental
directo puede ser reforzado por otro lazo, supra-parental, creado cuando su espíritu
comprende que la Humanidad es una supra-familia común de todos los Seres
humanos, que puede actuar de manera protectora y constructiva para la
felicidad
de todos, si es bien organizada, y no impedida o pervertida.
Cada Ser humano puede
entonces, en cambio, amar y proteger esta Humanidad, con empatía, como lo hace para
cualquier otro
ser caro, de quien depende y quien depende de él.
Y con o sin trascendencia
sentida, puede también situarse en su medioambiente, y extasiarse a razon
justa con ciertos aspectos de la gran dinámica universal,
donde la potencia
evolutiva excepcional de su especie es un fenómeno notable, que debe ser
reforzado
para nada menos que su supervivencia.
Esta relación supra-familiar extendida, atada a las necesidades de nuestra evolución, es una base fuerte del eco-humanismo, del cual alimenta
la espiritualidad dinámica, para ir al encuentro de un "más allá"
y de un futuro cuyo carácter de
eternidad ya es asumido, a su manera, por la autoperpetuación colectiva cada vez
más inteligentemente proactiva de nuestra especie-familia.
Proactiva, en la medida en que la exploración de los misterios de nuestro medio ambiente universal
puede ser proyectada conscientemente por una Humanidad lúcida, y capaz de ser bastante amada por todas
sus partes para sacar de allí de qué voluntariamente superar los azares de
su destino, con la fuerza organizada incommensurable de una gran familia
solidaria en la cual cada niño, feliz y orgulloso de vivir allí, está
dispuesto a proteger lo, y los, que quiere, y a contribuir al mejoramiento
duradero de lo que les hace vivir todos.
Es tal sociedad, y el gran
proyecto de civilización que conduce a eso, que persiste valientemente en
promover el eco-humanismo, en un movimiento natural muchas veces milenario
que nada todavía pudo parar, donde su dinámica espiritual particular,
reforzada y mejorada sin interrupción, se confirma como la más capaz de
sostener el desarrollo y la supervivencia de la Humanidad, en un medio
ambiente universal donde ninguna otra fuerza o entidad no hará mejor para
ella que sus propios niños bien educados. »
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